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Un Plan de Viaje para el Modelo de Ocupación

Dicen que viajar siempre será de las mejores experiencias que podamos disfrutar en la vida, saber que vamos a conocer un nuevo destino o volver a uno del que tenemos gratos recuerdos, causa cierta sensación de felicidad, de hecho, se dice que viajar disminuye el estrés y nos permite olvidarnos de nuestros problemas; además que un buen viaje nos ayuda a enriquecernos como personas, nos permite conocer nuevas culturas, abrir nuestra mente, sorprendernos con lo desconocido, mejorar nuestro estado de ánimo y disfrutar de lugares emblemáticos.

Pero bueno, no siempre los viajes resultan ser todo lo que quisiéramos, algunas veces nos pueden suceder situaciones que llegan a ser problemáticas o cuanto menos chistosas, por puro y físico desconocimiento del destino que hemos elegido visitar. Así, por lo menos, una vez me sucedió a mí, en aquella ocasión me invitaron a otra ciudad a pasarme unos días y si bien hice mi maleta pensando en el destino que iba a visitar, no caí en cuenta que dentro del plan de viaje se encontraba ir a una finca y por no llevar en mi equipaje ropa acorde con ese lugar, entre mis familiares y amigos, para mi pesar y disfruté de ellos, terminé convertido en la “sensación” del paseo.

Aunque esa no sea mi mejor experiencia de viaje, siempre que pienso en esa anécdota me es irremediable no darme cuenta de que tal vez esa sea la mejor forma de comprender el significado de modelo de ocupación territorial. Un modelo de ocupación territorial no es más que un plan de viaje, dependiendo de nuestro plan de viaje así mismo definiremos nuestro equipaje, es decir definiremos las acciones urbanísticas que debemos establecer en nuestro Plan de Ordenamiento Territorial para promover la ciudad que queremos. Si no somos conscientes de cuales nuestro plan de viaje o, peor aún, si ni siquiera tenemos un plan de viaje, entonces nuestras ciudades, lamentablemente, no sabrán hacia donde se dirigen, que es lo que buscan, ni muchos menos que acciones son las que se deben prever en sus Planes de Ordenamiento Territorial.

Ahora bien, para que como ciudad elijamos nuestro plan de viaje, todo modelo de ocupación territorial, debe estructurarse teniendo en cuenta (i) las áreas de protección y conservación ambiental; (ii) las áreas e inmuebles declarados como patrimonio material; (iii) las zonas que presentan alto riesgo para la localización de asentamiento humanos; (iv) la clasificación del suelo en urbano, rural y de expansión urbana (este ultimo cuando realmente sea necesario); y (v) la infraestructura básica existente y proyectada que garantice una adecuada relación entre asentamientos y zonas urbanas y rurales.

Adicionalmente, otro aspecto que me parece trascendental es decidirnos si, finalmente, queremos ser una ciudad difusa o una ciudad compacta, de esta decisión, dependerá en gran parte la forma como planifiquemos nuestro territorio, dado que las ciudades compactas incentivan la mezcla de usos, mientras que las ciudades difusas prefieren áreas especializadas para vivienda, comercio, industria, entre otras; lo cual terminara repercutiendo de distinta forma en temas como movilidad, servicios públicos, equipamientos, espacio público.

De esta forma, el modelo de ocupación territorial se termina constituyendo en el punto de partida de la revisión de un Plan de Ordenamiento Territorial pero también en su resultado, será el punto de partida en la medida en que el modelo de ocupación condiciona el desarrollo de los contenidos del POT, todas las temáticas se organizan en función del modelo de ocupación; y a su vez se traduce en su resultado toda vez que el modelo de ocupación corresponde a la imagen territorial que pretendemos alcanzar en el proceso de ejecución del POT.

Así entonces, si como ciudad queremos encontrar un buen destino de viaje, el cual como se dice, nos llene de felicidad, disminuya nuestro estrés, nos sorprenda pero de buena forma, y nos ayude a mantener un buen estado de ánimo, se hace muy importante, dentro de las revisiones de los planes de ordenamiento territorial que se encuentran en curso, reflexionar con especial énfasis en nuestro plan de viaje, es decir, en nuestro modelo de ocupación, al fin y al cabo, de este dependerá nuestras políticas, objetivos y estrategias territoriales.

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